Una tradición familiar que une a varias generaciones

Soy la tercera generación de cazadores, ¡y espero no ser la última! Sin duda, mi padre fue la persona que me educó para ser cazadora. Desde muy pequeña, me llevaba al bosque y me enseñaba todo sobre la naturaleza y la caza. También sembró en mí el amor y el respeto por la naturaleza. Mi abuelo, el padre de mi padre, también es cazador, así que también contribuyó a esto. 

Tenemos cotos de caza a 10 minutos en coche de nuestra casa, así que paso mucho tiempo cazando cuando vuelvo allí. También me gusta aprender cosas nuevas en Suecia: hace poco tiempo fui a mi primera cacería de alces y fue una experiencia realmente increíble. También estamos planeando una salida de caza conjunta con Stefan Orman, embajador de la marca Pulsar como yo.

¿Era solo una diversión para ti en aquel entonces, o ya estabas desarrollando habilidades para la caza?

Desde muy pequeña, ya conocía el lenguaje y las tradiciones de la caza y podía nombrar todos los animales salvajes, reconocer sus huellas y contar muchas cosas sobre su comportamiento natural. Eso fue el resultado de pasar mucho tiempo en la naturaleza con mi padre, que siempre compartía sus conocimientos conmigo. 

Por supuesto, a mí también me divertía aquello. Siempre me ha fascinado, y me sigue fascinando, la vida salvaje. Cada vez que me daba cuenta de que mi padre se estaba preparando para salir de caza, yo dejaba todo lo que estaba haciendo, incluso si estaba jugando con los amigos, y me ponía la ropa de caza para salir con él porque simplemente deseaba acompañarle. 

Mi madre dice que cada vez que mi padre se iba de caza sin mí yo lloraba como una loca y no paraba de llorar durante horas. Así que tuvo que acostumbrarse a que esta pequeña «enana» le siguiera siempre en sus salidas por el bosque.

¿Mantenéis alguna tradición tu padre y tú?

En Polonia, celebramos el Día del Niño el 1 de junio, así que todos los años íbamos a cazar corzos ese día. Ahora cazo mucho por mi cuenta, pero me sigue gustando acompañar a mi padre. Nuestra estación favorita es la época del celo del ciervo. En esa época del año, nos tomamos dos semanas de vacaciones, buscamos una cabaña de caza y nos dedicamos a cazar ciervos rojos.

Nuestros vecinos también eran cazadores. Yo era amiga del hijo mayor y cada vez que nos visitaban otros niños, jugábamos a nuestra versión especial de «el escondite» que era un juego del «cazador y animales salvajes». 

¿Recuerdas el momento en que te convertiste en una cazadora independiente?

Sí, lo recuerdo. En mi club de caza en Polonia, tenemos una tradición en la que se hace un voto en la primera cacería. El voto debe hacerse delante de otros miembros y tienes que prometer que respetarás la naturaleza y serás un buen cazador, valiente y prudente. Durante el voto, la persona que te enseña a cazar se queda de pie contigo y mantiene su mano en tu hombro. Por supuesto, era mi padre la persona que estaba allí conmigo. Debo admitir que mi padre, por todos sus conocimientos y habilidades, es mi mayor inspiración para la caza y siempre lo será. 

Siendo embajadora de la marca Pulsar, ¿podrías nombrar tu dispositivo favorito? 

Sin duda es el Helion 2 XP50 Pro. Me fijo mucho en la calidad de las imágenes y los vídeos, ya que me gusta compartirlos después con los demás y la calidad de imagen del Helion me ha impresionado mucho. Incluso cuando no estoy cazando, me divierto mucho con él, simplemente filmando la vida salvaje. También fue el primer dispositivo Pulsar que pude probar, así que quizás también siento un poco de melancolía con este dispositivo.

Uno no puede evitar sonreír mientras escuchas a Julia: los recuerdos que tiene y sigue teniendo con su familia son realmente conmovedores. Y es muy agradable saber que hay muchas historias como ésta por ahí.

Jon Runar Gudjonsson también es un apasionado de la caza y un embajador de la marca Pulsar que aprendió a cazar de su padrastro. Como ahora él mismo tiene tres hijas, se esfuerza por enseñarles lo más importante: el respeto por la naturaleza. Y aunque todavía no salen a cazar juntos, Jon Runar admite haber preparado un lugar específico para cuando ellas se sientan preparadas.

Una de ellas viene de Finlandia, en Laponia, donde casi todo el mundo caza hasta el día de hoy y los lugareños aprenden únicamente de sus familias. Hace unos meses, visitamos a Ari Maununiemi en su casa de Laponia, y nos habló de la caza y de su familia, que vivió en la misma zona durante 400 años.

Por supuesto, el propio Ari es un cazador apasionado. Habiendo recibido su licencia a los 11 años, tiene una gran experiencia como cazador. Y aunque nunca vuelve del bosque con las manos vacías, siente un inmenso respeto por la naturaleza, el cual ahora transmite a sus hijos. Su hijo mayor solo tiene seis años y ya caza conejos y aves.

Aquí, en Pulsar, también tenemos algunos cazadores apasionados que aprendieron el oficio de sus familias. El jefe de producción de Yukon Advanced Optics Worldwide de PULSAR, Linas Guobys, era un adolescente cuando su padre le llevó a su primera cacería y desde entonces ha seguido cazando. Tras obtener su licencia a los 18 años, entiende la caza como una forma de escapar de la ciudad y volver con el mayor botín que se puede conseguir: la paz interior.

Le invitamos a conocer más sobre la filosofía de caza de Linas en una entrevista con él aquí, a descubrir todo sobre la vida de Ari en el Círculo Polar Ártico aquí y a descubrir los fascinantes esfuerzos de Jon Runar aquí.